Un conocido portal de internet de info y contactos laborales (para mí el mejor) me ofrece hoy, o quizá lo he visto hoy, la posibilidad de añadir un “descanso profesional” a mi perfil, actividad, publicaciones, experiencia y todas esas cosas, en mi caso completamente ciertas, que has hecho en tu vida laboral y que conforman lo que se llama tu “carrera profesional”.

Descanso profesional

Por Javier Beltrán-Domenech

Me dice que “toda experiencia que no forme parte de una carrera profesional lineal puede ayudar a las personas a convertirse en mejores compañeros, socios y líderes. Comparte este tipo de experiencias, descanso profesional, que hacen que te conviertas en una persona única “

Y me he sonreído, taimado: ¿en serio contarías a miles de posibles clientes que te has tomado un año de dolce far niente? Cuestión diferente sería contar que el descanso profesional lo es forzado, por enfermedad, o determinado, por maternidad o paternidad o cuidados a terceros. Aun así, ¿lo contarías? ¿Todos recordamos qué le pasó a Jerry Maguire en la peli cuando publica su memorandum, verdad? ¿Por qué consideramos débil a quien se baja de la rueda? Eso sí, Tom se lleva a la chica y luego la pasta en https://youtu.be/oY7FA9Bw8-4

Y me he inquietado, receloso: ¿queremos meternos en la rueda del trabajo lo antes posible por el miedo a perdernos algo, por dejar de facturar, por no cotizar a la Seguridad Social…? ¿Porque lo hacen los demás? ¿de verdad podemos tomarnos un descanso profesional? ¿No es mejor coger experiencia lo antes posible y subir en el gallinero lo más rápido para que nos caiga menos… de los demás? Pero… qué estrés de vida, no?

Descanso profesional.

Ayer, sin ir más lejos, le decía a @JorgeMuñoz que, antes de colegiarse y ejercer la Abogacía, se tomara un año libre, no sabático, para decidir qué hacer con su vida laboral y comenzar más tranquilo. Idiomas, quizá Inglaterra, quizá Madrid, Barcelona, trabajar en otros Despachos por la experiencia (Banca, Macro oficinas…) Le dije que no pasaba nada por empezar en la jaula circular un año más tarde.

Jorge, un tipo listo, me miró y me dijo sin dejar de fumar:
-claro, cómo se nota que tú llevas ya ejerciendo 28 años. Lo que tú ves ahora no puedo verlo yo. Por mucho que me lo digas lo que me pide el cuerpo es meterme ya y a fondo en el ejercicio.

Y tiene su razón.

Si al grado de cuatro años sumas el Master de la Abogacía de casi dos más (gran recurso estatal para cobrar más a los leptones y repoblar de catedráticos y profesores el territorio español) el examen de Acceso y la colegiación está claro que quieres “rentabilizar” tu sacrificio pues, entre 25 y 28 está claro que no ves lo que te pasará a los 40 por mucho que te lo cuente uno de 50 ó 60 años. Su experiencia, la del senior, está determinada en cómo le ha ido a él-ella su carrera, pero no define qué te pasará a ti en la vida.

Te queda enamorarte, esta vez de verdad y no como ese asunto de la Universidad que no lo fue, comprarte un buen traje, bolso caro o maleta, trabajar de sol a sol, alquilar, quizá comprar, una casa, pedir una hipoteca, un vehículo de segunda mano o de leasing, pagar impuestos, quizá reproducirte y cuidar del nasciturus desde que el primer chasquido metálico forma su corazoncito, comprar una cuna, llevarlo a la guardería, pagar el colegio, ir a un parque de bolas, viajar en agosto, comer en familia propia o ajena el día de Navidad, a lo mejor un divorcio, o dos, y quizá una familia numerosa con dos libros de familia. Quizá hasta te pueda tocar la lotería y amargarte aún más la vida.

No sé, quizá la vida se empeñe en mostrarnos lo bonito de vivirla pero la realidad nos demuestre que sin dinero no es tan brillante. Y, por otro lado, trabajar de sol a sol no te hará el más millonario, sino que en el 85% de los casos te dará para pagar, bien o mejor, lo que te he descrito en el párrafo anterior.

Así que la pregunta no es si te tomas o no un descanso profesional, sino cuándo te lo tomas, donde te metes ese tiempo y cómo lo ocultas a esa cohorte de ratones que siguen girando en la rueda de la jaula viendo cómo desapareces de sus ojos. Dependerá de tu personalidad y tu aguante. También de lo inteligente que seas porque, te lo vengo diciendo desde siempre, estás solo, absolutamente solo, para tomar decisiones que, dentro de 15 años, habrán o no sido acertadas.

Hay cosas en la vida, como el amor y el dinero, que son verdaderamente complicadas de ocultar. Pero quizá sí puedas ocultar un descanso profesional y que nadie lo note y te “entierren en vida”.

Buen verano!!!!!!!

Javier Beltrán-Domenech.

Working non stop desde 1995 (pero con algún que otro descanso profesional, seguro)   en www.javierbeltranabogados.com