Así que la pregunta no es si te tomas o no un descanso profesional, sino cuándo te lo tomas, donde te metes ese tiempo y cómo lo ocultas a esa cohorte de ratones que siguen girando en la rueda de la jaula viendo cómo desapareces de sus ojos. Dependerá de tu personalidad y tu aguante. También de lo inteligente que seas porque, te lo vengo diciendo desde siempre, estás solo, absolutamente solo, para tomar decisiones que, dentro de 15 años, habrán o no sido acertadas.
