Nos vemos en el Juzgado

Nos vemos en el Juzgado

Si algo diferencia los litigios de familia de otros procedimientos civiles y, por supuesto, de otros órdenes jurisdiccionales, es la vertiente emocional que traen los clientes, sus familiares, amigos, vecinos y… sus hijos menores de edad. Si a eso se suma que la dirección letrada de una u otra parte también cae a veces en esa trampa de sentimientos, tenemos un previo de TV de prensa rosa antes, durante y después de un juicio que, créanme, podría evitarse evitando esa frase de “ya te llamarán mis abogados” (en plural) o la muy televisiva de “Nos vemos en el Juzgado”.

Nos vemos en el Juzgado

No se olviden que un divorcio mal planteado o mal dirigido rompe una estructura familiar y provoca que ahora sean precisas dos economías con los mismos ingresos: coches, tabletas, ropa, dos casas, con hipotecas o alquileres, y que el ritmo y nivel de vida de todos se vaya “al carajo”. Los clientes tienen que ver ésto, por encima de todo, lo antes posible. Tenemos que hacérselo entender.

Lo lógico es meditar sobre lo anterior y establecer, inmediatamente, el activo (ingresos, ahorros, bienes, ayudas de familiares, disponibilidad de casas, etc) y pasivo (gastos en general de “vivir”, hipotecas, menores, colegios, costes de compras semanales, etc) de la familia. Sin más. Hay que ser honestos y, desenterrando por un lado la economía sumergida que pudiera existir, sacándola a flote entre las partes en caso de ser autónomos uno o los dos, y hacerse a la idea de trabajar más o empezar a hacerlo si lo logra, por el otro lado, deben cesar por lo menos provisionalmente los gastos supérfluos, pactar usos o ventas de inmuebles y acotar qué gastos debe de pagar cada uno. Hay que saber quién de los dos progenitores cargará con más gastos.

 

Nos vemos en el Juzgado
Nos vemos en el Juzgado

Efectivamene, es muy duro, pero su hijo sufirá más viéndoles pelearse que si le dicen que no puede cambiar su móvil o acudir a tal o cual actividad o viaje.

Nos vemos en el Juzgado

Entonces… si lo anterior es claro y obvio ¿porqué y cuándo acudir a un juicio contencioso en cuestiones de Familia?

Pues, en primer lugar, cuando todas las llamadas, negociaciones, búsquedas, encuentros, reuniones y borradores de convenios se han agotado y sólo un juez dictará las medidas. Previo, hay que sopesar qué pros y contras tiene cada cliente de obtener lo que pide si acude a un Juzgado. Y esto es tarea de los abogados.

Si lo anterior fracasa, estarán Uds en manos del Sistema. Y el Sistema de Justicia en materia de Familia es injusto por mucho que los jueces quieran serlo.

Hace muchos años, en algún juzgado de Familia, un juzgador tendría prisa, querría que nadie se peleara o bien estaría harto de oir los mismos problemas y, marcándose un farol, casi prevaricando sin hacerlo, les dijo a las direcciones letradas de cada parte que su decisión iba a ser tal o cual y que salieran a hablar con sus clientes sobre este tema para que no hubiera sino un acuerdo. Mientras el Ministerio Fiscal les miraba y asentía sobre su pila de asuntos de esa mañana, los abogados salieron y convencieron a sus clientes de que un acuerdo sería lo mejor pues el juez ya les había dado su “sentencia”. Ante el miedo de perder más de lo que esperaban, los litigantes pactaron. El juez debió entender que eso no era ilegal y siguió haciéndolo, corriendo de boca en boca en otros juzgados. Es interesante leer https://www.javierbeltranabogados.com/2020/01/18/un-buen-pleito/

Nos vemos en el Juzgado

Porque los juzgados de Familia lo saben. Con la bandera del famoso, y no explicado, “interés superior del menor”, se ha creado un halo de protección personal, que no jurídica, que suele ser “cutre y casposo”. El afan de “que nadie gane y ganen todos”, que erróneamente en muchos casos se ha impuesto en nuestros Juzgados de Familia, hace que las vistas de divorcios, separaciones, expedientes de guarda y custodia, patria potestad, ejecuciones y demás pierdan un componente fundamental: el rigor de la Ley. No sólo el Código Civil y otras leyes que regulan estos temas, sino la Ley de Enjuiciamiento Civil, que debiera ser el cauce procesal en la que las partes, ordenadamente y sin aspavientos, se dirigen al juzgado, al Ministerio Fiscal y a la dirección letrada de la otra parte. Como no se quiere gravar más “el dolor de las víctimas de un divorcio”, las costas brillan por su ausencia y los litigantes, para acudir al juzgado, saben que no recuperarán lo invertido en su letrado.

Poner su caso en manos de un verdadero especialista es clave.

T 966171294 · W 628425987

Nos vemos en el Juzgado lo ha escrito Javier Beltrán-Domenech www.javierbeltran.org

Nos vemos en el Juzgado
Nos vemos en el Juzgado
Javier Beltrán-Domenech
¡Gracias por seguirnos! En 2023 cumplimos 28 años y tras miles de asuntos judiciales a nuestras espaldas, sabemos que es imprescindible tener a su lado un buen abogado que le guíe por el complejo mundo judicial. Si nos necesita o conoce a alguien que nos necesite no dude en llamarnos al T 966171294 ó 628425987. Estaremos encantados de atenderles de forma presencial, por teléfono o videoconferencia.

Deje su comentario

Your email address will not be published.

Compártalo en...

...o copie el enlace y péguelo donde quiera.

Copiar
CONTACT US
221, Mount Olimpus, Rheasilvia, Mars,
Solar System, Milky Way Galaxy
+1 (999) 999-99-99
PGlmcmFtZSBzcmM9Imh0dHBzOi8vd3d3Lmdvb2dsZS5jb20vbWFwcy9lbWJlZD9wYj0hMW0xOCExbTEyITFtMyExZDYwNDQuMjc1NjM3NDU2ODA1ITJkLTczLjk4MzQ2MzY4MzI1MjA0ITNkNDAuNzU4OTkzNDExNDc4NTMhMm0zITFmMCEyZjAhM2YwITNtMiExaTEwMjQhMmk3NjghNGYxMy4xITNtMyExbTIhMXMweDAlM0EweDU1MTk0ZWM1YTFhZTA3MmUhMnNUaW1lcytTcXVhcmUhNWUwITNtMiExc2VuITJzITR2MTM5MjkwMTMxODQ2MSIgd2lkdGg9IjEwMCUiIGhlaWdodD0iMTAwJSIgZnJhbWVib3JkZXI9IjAiIHN0eWxlPSJib3JkZXI6MCI+PC9pZnJhbWU+
Thank You. We will contact you as soon as possible.
SOLICITE CITA PREVIA ONLINE
...o a través del teléfono 966 17 12 94
Enviando el formulario acepta nuestra LOPD.