El amor por WhatsApp puede ser incluso más perturbador que el tradicional y puede crecer de forma matemática, exponencial, según la edad que tengas. Pero ojo, que el amor líquido tiene mil trampas y requiere mucho, mucho, mucho, muchísimo más, cuidado y dedicación que el presencial de toda la vida.

Amor por WhatsApp

Por Javier Beltrán-Domenech.

Así, sin darte cuenta, has comenzado las conversaciones con ese contacto, nuevo o ya conocido, y desde el anonimato muchas veces de tu sofá, trabajo o cama acabas ilusionado recibiendo o reconociendo tu amor al otro con una potencia e intensidad muy superior a una conversación presencial.

La adrenalina dispara tu ritmo cardíaco. Como si fueran cartas de pergamino a Julieta, pero en el siglo XXI y por satélite, comienzan los emoticonos cariñosos y, según disponibilidad, los fantásticos y explosivos audios que disparan la oxitocina. No hace falta ir a una oficina postal. Donde estés, con quien estés, levantas tu móvil cada cinco segundos y miras si hay un globito que, realmente, es un dardo de amor directo al corazón. Quieres transmitir y escribir “más rápido y mejor”.

Amor por WhatsApp

Pero la prisa en el amor no es buena cosa y mucho menos si se escribe mal o a destiempo. Un descuido de significado (lo que tú crees que estás diciendo no es lo que lee la otra parte), o un retraso temporal (la sopa se ha enfriado) puede dar por traste las expectativas de una o las dos partes. Sería interesante, si bien desvirtuaría el loco amor, pactar horarios para el alborozo como se pacta el horario fuera de Despacho para los clientes que suelen respetar bastante. Nunca dos enamorados se esperaron a algo para nada.

Como decía María, aplicado precisamente al tema laboral, en https://www.javierbeltranabogados.com/2018/07/28/lo-quiero-para-ayer/ la inmediatez de una tecla permite enviar una pregunta, manifestación de amor, angustia, alegría, dolor, hambre, localización que, puede ser, pille a la otra parte ocupada o en un mood diferente motivado por trabajo, cansancio, conducción, etc. Así comienzan los fatídicos monosílabos y el tan temido ¿te pasa algo, va todo bien? y un emoticono de pena. Esa es la primera vez que le has roto el corazón. Y no será la última.

Como ves, es mejor responder sólo cuando se dispone de tiempo de “calidad” y no a lo loco y sin más. Aunque cueste, es mejor decir “te escribo luego” que dejar la pantalla en blanco con tu amor en línea y haciendo boom-boom su corazón. Una buena amiga me contó que, cuando más emocionada estaba chateando con un buen mozo, leyó un mensaje de él que le heló la sangre:

-Ok, ya lo vamos viendo.

Su corazón dejó de latir, sus músculos se agarrotaron, no soplaba una brizna de aire y se quedó seca su boca. ¿Dónde estaba Romeo? Ella no lo había leído antes, pero muchos mensajes anteriores él había escrito un determinado y osado: “pues te recojo si quieres en un rato y tomamos algo” al que ella había contestado con una carita que no tenía nada que ver y que, realmente, respondía a un mensaje anterior que contestó con prisa.

Y por esto aquí va la regla número 1 para mantener el amor por WhatsApp: los dedos QUIETOS.

Antes de contestar una andanada de mensajes y audios por no haber estado en línea mientras la pasión ajena te acribillaba, yendo al último con un “Jajajjajaja”, emoticono de sonrisa o no escuchando los audios por no tener tiempo, VUELVE A LEER todo lo escrito y ponte en love mood. Si estás cansado, hambriento, triste o todo lo contrario, y andas espitoso, vuelve a la regla número 1.

Keep calm. Si no entiendes qué están diciéndote es que en algún momento dijiste, hiciste o no hiciste algo que, por no haber visto, ahora te descabeza. Ese amor ilusionado ahora está mustio, y si no encuentras qué pasó y reaccionas, el amor se acabará, París ya no será un buen destino y las mariposas vuelven a ser sólo gusanos de seda.

Los mismos motivos que pueden matar una relación real puede acabar con tu amor virtual. Y mucho más en el inicio. No finjas ser quien no eres, no seas recurrente en exceso sin explicar el estado (la ironía y el sarcasmo deben prohibirse salvo lo aclares explicándolo). El amor no es fácil. Tómatelo con calma. Como le decía la mamá de Phil Collins en “You can´t hurry love” (impagable batería del inicio) recuerda que el amor es un juego de dar y recibir si no quieres vivir tu vida en soledad. Si sigues aun in love puedes escucharla, y mandársela, en https://youtu.be/jV6qc3t2lYw

Trata de dedicar tiempo a tus conversaciones en WhatsApp y de darles la importancia que se merecen. Cuando su uso constante y repetitivo veas que te lleva a la monotonía, dale a la tecla de llamar y escucha si esa voz realmente te hace doblar las piernas. Si puedes quedar presencialmente, valdrá la pena esperar el tiempo que lleve. Si no, hay unas video llamadas fantásticas… lo que hagas está cifrado.

Amor por WhatsApp lo ha escrito un abogado, así que quizá deberías leerlo de nuevo y encontrar reglas ocultas aplicables a muchas otras facetas de la vida que se te hayan pasado por alto.

😉

Javier Beltrán-Domenech