En la era del despiste y el desenfoque en general, los estafadores han encontrado un terreno fértil en el ámbito de las comunicaciones móviles. Nadie se ve. El incremento de estafas a través del teléfono, en las que los delincuentes se hacen pasar por entidades que Ud. conoce y les intentan limpiar las cuentas, es exponencial. Aún no estamos preparados para identificar cuándo es o no es El Banco Fantasma quien nos llama. También haciéndose pasar por Teleasistencia (nuestros mayores están absolutamente indefensos) Supermercados, Talleres, Colegios, etc.
El Banco fantasma
La metodología es sencillamente simple, pero maquiavélica: Ud. recibe un mensaje de texto o una llamada de alguien que, con una habilidad digna de una estatuilla de Oscar, se hace pasar por un trabajador de su banco, tras clonar su número, y parece estar alarmado. Saben su nombre, sus datos, y a Ud. no le sorprende. Le avisan de un problema con su cuenta y, en el colmo de la audacia, le piden que transfiera sus fondos a una cuenta “segura” para “proteger” su dinero. Ironías de la vida, ¿no? Le piden proteger tu dinero entregándoselo en bandeja de plata.
¿Y va Ud. y se lo cree…? Pues sí, hay gente que, por no estar atenta, pica y, por porcentajes de “pardillos” (lo siento pero hay que estar más atento…) por muy pocos que sean, los tipos se forran impunemente. No hablemos ya de nuestros mayores, que aún no han normalizado tanta tecnología. Y ojo que miedo dará cuando nos clonen la imagen, o la voz.
El Banco fantasma
Este tipo de estafas, conocidas técnicamente como “phishing”, están tipificadas en el Código Penal. Establece que comete estafa quien, con ánimo de lucro, utiliza engaño bastante para producir error en otro, induciéndolo a realizar un acto de disposición en perjuicio propio o ajeno. Aquí, el “engaño bastante” es el corazón de la estafa: le hacen creer que está hablando con su banco, su supermercado, su servicio de ayuda a domicilio, etc., cuando en realidad está dialogando con un lobo que quiere comerle.
Pero, ¿qué pasa si cae en la trampa? Primero, no se culpe. Estos estafadores son verdaderos artistas del engaño. Actúe rápidamente y contacte con su Banco avisando y denunciando en Comisaría de inmediato. El tiempo es oro y la rapidez puede ser la diferencia entre recuperar su dinero o no.
Vivimos en una época en la que los estafadores utilizan la tecnología para aprovecharse de la buena fe de las personas. La ley los persigue, pero la mejor defensa siempre será la precaución y el escepticismo saludable: Cuelgue el teléfono, acceda a su aplicación móvil y confirme desde allí. Si tiene dudas, no haga lo que le piden. Recuerde que los bancos tienen canales oficiales para resolver dudas e inquietudes. Desconfíe de cualquier comunicación que le pida datos personales o movimientos financieros inusuales. Recuerde que los bancos nunca le pedirán que transfiera su dinero a una cuenta desconocida para “protegerlo”. Además, siempre es recomendable tener instalado un buen antivirus en tu móvil y, por qué no, educarse un poco en ciberseguridad. Al fin y al cabo, en la guerra contra los estafadores, la información es su mejor arma.
El Banco fantasma
Consejo. NO SE CREA NADA que sea algo no previsto o habitual. Recuerde que, en un mundo donde hasta su sombra le puede estafar, mantener los ojos bien abiertos es más que una recomendación, es una necesidad.
Y si se ve en esta pesadilla digital, no dude en contactarnos al Teléfono 966171294 o al WhatsApp 628425987. Estamos aquí para ayudarle a navegar en estas turbulentas aguas judiciales.
