El pasado viernes, coincidiendo con el inicio del curso judicial 2023-24 en España, nos despertábamos con la alarmante noticia de la Memoria de la Fiscalía General del Estado donde se denunciaba un “notabilísimo y preocupante ascenso” de las agresiones sexuales cometidas por menores de edad. Porno legal.
Porno legal
Por Jorge Muñoz Abad. Abogado del ICALI.
En 2022 el Ministerio Público investigó 974 agresiones sexuales (autores menores de edad) frente a los 668 registrados en el año 2021, lo que se traduce en un aumento del 45,8 %. Pero desde 2017 han aumentado un 116 %, lo que confirma la preocupación en nuestra sociedad y que revela una tremenda tendencia ascendiente en este tipo delictivo.
Ud. se preguntará qué está pasando y qué estamos haciendo mal “con la juventud”. Pues bien, permítame adelantarle que si bien la respuesta a esta cuestión es extremadamente sencilla es el propio ministerio público el que señala que las causas de este auge son complejas y apunta que es generalizada la opinión entre los delegados de que “confluyen factores diversos que conducen a los menores a realizar conductas sexuales virulentas”.
Porno legal
A mi entender, la clave es la sencilla y fácil accesibilidad digital de contenidos pornográficos explícitos. El porno, en todas sus inventadas facetas, tamaños y colores, está al alcance de todo usuario y aquí incluyo, sin distinción, a los menores de edad. Las propias redes arrastran el porno y lo presentan como anuncio o como resultado final de búsquedas. Y si no, los adolescentes buscan directamente lo que por curiosidad no saben, y es tremendamente fácil acceder a contenidos en páginas y aplicaciones sin ningún tipo de control.
Sería atacar a la propia inteligencia si un adulto piensa o cree que un menor de edad (hijos, sobrinos o cualquier pariente) no tenga, o no quiera tener, acceso a esas páginas con material porno. Sólo marcará la casilla de que es mayor de 18 años y accederá. Y es que la pornografía entre menores está muy presente en el día a día, sobre todo en la etapa adolescente marcada por la curiosidad. Resulta extraño y casi imposible que a la edad que comprende entre los 12 hasta los 17 años un menor no tenga o posea un dispositivo móvil con acceso a internet con el que acceda a una educación sexual poco real. Sólo necesita tener buena conexión wifi o una buena tarifa de internet y que Ud o quien le tenga en su custodia le deje solo un rato.
Porno legal
Cualquiera que sepa de su existencia, haya consumido o sea consumidor esporádico o asiduo de contenidos pornográficos, sabrá de lo adictivo y a la vez peligroso que puede ser para una mente aún no formada del todo visionar y consumir este tipo de “material” que, está claro, nos dibuja el sexo de una forma absolutamente deformada e irreal.
Un menor puede encontrar sexo romántico, sí, pero también a una pareja de chicas adolescentes que asaltan al “padrastro” de una en un sofá; cuatro empleados de una oficina en una orgía sobre la mesa de la sala de juntas en tiempo laboral; una doctora de un hospital hace lo propio con un paciente tras la cortina que la separa del resto de pacientes; un taxista ofrece servicios cobrando en carne; el fontanero, la asistenta, el profesor, el repartidor de pizza y todo un elenco de fantasías con cuerpos de Fórmula 1 y tamaños que no alcanza casi nadie. Incluso se han llevado al porno dibujos animados de Heidi, Marco, Son Goku y muchas más series de la tierna infancia que los muy pequeños verían ensimismados en su aún más niñez.
Y el problema es que la pornografía puede contribuir a la objetificación sexual de las personas, fomentar actitudes y comportamientos sexuales agresivos, y por ello distorsionar las precepciones de consentimiento. El consumo frecuente de pornografía puede influir en la formación de conductas sexuales inapropiadas, especialmente en personas vulnerables como lo son los menores y así el porno es un factor de riesgo, no determinante, entre los menores a la hora de cometer delitos de agresión sexual por las razones que comentábamos anteriormente.
Porno legal
La lucha contra las agresiones sexuales a menores y la influencia de la pornografía es un desafío urgente que requiere de una sólida respuesta jurídica. En cualquier caso, resulta necesario, y es tarea del legislador, promover una educación sexual integral que incluya enseñanzas sobre el consentimiento en las relaciones íntimas, igualdad de género y el respeto hacia los demás. Esta educación nos compete a todos los individuos que conformamos una sociedad, ayudando así a los menores a desarrollar una comprensión adecuada de las relaciones sexuales, disminuyendo así la posibilidad de que se cometan agresiones sexuales, independientemente ya del impacto que genera la pornografía.
Jorge Muñoz Abad.
Hola buenas tardes.
He leído su artículo acerca del porno y su repercusión en los menores y en parte, estoy de acuerdo.
He tenido una idea y estoy buscando un abogado desde hace mucho tiempo, que me pueda aconsejar para realizar una producción de género pornográfico muy diferente de lo que se realiza actualmente en la que se pueda mejorar muchos de los aspectos del porno actual.
Pero hay algo que no me ha quedado nada claro con su artículo.
¿Ustedes están a favor, o en contra del porno?
Agradecería su respuesta, Muchas gracias, un saludo.