Divorciado y sin vivienda: una realidad dolorosa que afecta a muchos. Antes, la guarda y custodia de los hijos era el tema más importante, pero en los últimos años, debido a la falta de vivienda, muchas personas prefieren negociar el uso y disfrute del inmueble antes que otras cuestiones sobre sus hijos.
Divorciado y sin vivienda
Javier Beltrán-Domenech es abogado especializado en Derecho Procesal y Civil.
En algunos casos, uno de los miembros de la pareja, con pocos o nulos recursos, se queda en el inmueble con una hipoteca que es propiedad privativa del otro cónyuge o incluso de sus suegros, quienes luego se ven obligados a iniciar procedimientos de desahucio. La prioridad en los casos de divorcio era asegurar la guarda y custodia de los hijos, pero en la actualidad, y debido a la escasez de vivienda, la negociación sobre el uso y disfrute del inmueble se ha vuelto crucial.
Divorciado y sin vivienda
Este cambio en las prioridades refleja la realidad económica y social que enfrentan muchas familias tras una separación.En el derecho de familia el uso y disfrute de la vivienda familiar es una medida que se juzga cuidadosamente. Los jueces tienen la difícil tarea de decidir quién se queda en la vivienda, teniendo en cuenta el bienestar de los hijos y las circunstancias económicas de ambas partes. En muchos casos, se otorga el uso y disfrute de la vivienda al cónyuge que se queda con la custodia de los hijos, para garantizar la estabilidad y continuidad en el entorno familiar de los menores.

No obstante, la adjudicación del uso y disfrute de la vivienda puede dejar a uno de los miembros de la pareja en una situación de extrema vulnerabilidad. Esto es particularmente grave cuando el inmueble es propiedad privativa del otro cónyuge o de sus padres, quienes pueden verse obligados a iniciar procedimientos de desahucio para recuperar la propiedad.
Divorciado y sin vivienda
La saturación de los juzgados y el volumen de asuntos que manejan contribuyen a errores en las decisiones judiciales, complicando aún más la situación de las partes implicadas.
La falta de vivienda es un problema que afecta tanto a los adultos como a los menores involucrados. La incertidumbre sobre el lugar donde vivir puede generar un estrés adicional a la ya difícil situación de la separación. La negociación sobre el uso y disfrute de la vivienda se ha vuelto una prioridad, ya que tener un lugar estable donde vivir es fundamental para la recuperación emocional y el bienestar de todos los miembros de la familia.
En muchos casos, uno de los cónyuges se queda en el inmueble con pocos o nulos recursos económicos, lo que puede llevar a situaciones de impago (la hipoteca se tiene que pagar y a veces no se paga…) y eventual desahucio.
Ante esta realidad, es esencial que las partes implicadas en un proceso de divorcio cuenten con asesoría legal especializada en derecho de familia. Los abogados pueden ayudar a sus clientes a negociar acuerdos que consideren tanto la custodia de los hijos como el uso y disfrute de la vivienda, buscando soluciones que minimicen el impacto negativo en ambas partes. Además, es importante presentar ante los juzgados toda la documentación necesaria para acreditar la situación económica y social de cada parte, con el fin de obtener una decisión judicial justa y equitativa.
Es fundamental que los juzgados consideren todas las circunstancias de las partes implicadas y que se minimicen los errores judiciales para proteger el derecho a la vivienda de los cónyuges más vulnerables. En nuestro Despacho posiblemente podamos encontrar una solución para su caso. Cita previa, presencial, telefónica y por videoconferencia de una o media hora en el teléfono 966171294 o enviando un mensaje al Whatsapp 628425987.
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