El uso del dron se ha popularizado en los últimos tiempos entre grandes y pequeños. Y no es para menos. Los avances tecnológicos, la reducción de precios y la gran variedad de usos hace que haya una gran proliferación por todo el territorio para volar un dron.

Volar un dron

Por Celia Zamora Ordóñez. Abogada.

Sin embargo, no hay libertad absoluta para volar un dron, la que sí había al principio, ni disponer libremente del vuelo de estas aeronaves. Desde diciembre de 2020 las reglas del juego han cambiado y existe una nueva normativa europea, que entró en vigor el 31 de diciembre de 2020, que modifica lo poco que había hasta ese momento. Desde su entrada en vigor, la norma no hace distinción entre usuarios profesionales y recreativos por lo que el reglamento debe aplicarse a cualquier aeronave no tripulada indistintamente de su masa y de su uso y ya sea con fines profesionales o de ocio.

Si quieres iniciarte en este mundo es necesario, por tanto y para evitar problemas legales, saber cuáles son las condiciones y requisitos para volar un dron.

Volar un dron

¿Es necesario el registro de la aeronave no tripulada? No, pero solo en el caso en el que tu dron tenga un peso de 249 gramos o un peso inferior. A partir de 250 gramos (inclusive) el registro es imprescindible y obligatorio. Para ello, basta con acceder a la página de la AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea) y en el apartado «Registro» encontrarás un documento guía para realizarlo. El registro estará vigente por un periodo de 5 años y se reconocerá en todos los países miembros de la Agencia Europea de Seguridad Aérea.

La siguiente gran pregunta es ¿necesito licencia para volar un dron?

Desde el año 2021 este ha sido uno de los grandes cambios, ya que cualquier persona tendrá que acreditar un mínimo de conocimiento para el vuelo de estos dispositivos. Aunque siempre con alguna excepción. La nueva normativa ha establecido tres categorías según el riesgo del vuelo:

La categoría abierta, para el vuelo de bajo riesgo que no necesita autorización.
La categoría específica, para el vuelo de riesgo medio sin autorización, o con autorización si no está dentro de dichos escenarios estándar.
La categoría certificada, para operaciones de riesgo alto requiriendo un régimen regulatorio similar al de la aviación tripulada.

Para la categoría abierta se establece que es obligatorio aprobar un examen de nivel 1 o 2 y para la categoría específica habrá que superar un examen de nivel 3, todos los exámenes se realizaran a través de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea. La última categoría, la certificada, recoge las operaciones con riesgo alto sobre concentraciones de personas, para transporte o que puede poner en riesgo a terceras. Estos vuelos sí necesitan pilotos con licencia y un operador certificado. Sin embargo, si tu dron pesa menos de 250 gramos, independientemente de su uso, NO necesitará licencia para pilotarlo, aunque será imprescindible que leas el manual del usuario y aprendas a utilizarlo.

Volar un dron

¿Es obligatoria la placa identificativa? Sí, todos los drones de más de 250 gramos (inclusive) deberán lleva una “matricula” legible y a la vista, en la que tendrá que reflejarse el nombre del fabricante, el tipo, el modelo, el número de serie, el número del operador y los datos de contacto del piloto habitual de esa aeronave. Como siempre, en drones de menos de 249 gramos no será necesario dicha placa identificativa.
Importante tener en cuenta que cualquier tipo de dron, también el de menos de 250 gramos, tiene que estar siempre al alcance visual del piloto (excepto para drones de categoría especifica con excepciones), que nunca sobrepase los 120 metros de altura en el vuelo y no volar, como es lógico, a menos de 8 km de cualquier aeropuerto, aeródromo o especio aéreo controlado.

Volar un dron

Por tanto, no cualquier persona podrá volar un dron. Dependerá siempre del tipo de dron o de la actividad que podamos realizar con o sin licencia de piloto. Si tienes intención de adentrarte en este “mundillo” la mejor opción será, siempre, adquirir una aeronave de menos de 250 gramos de peso. Y, sobre todo, lo que está claro es que es preciso regirse, además de por la normativa, por el sentido común.

Celia Zamora Ordóñez es abogada del Ilustre Colegio de la Abogacía de Alicante, vuela drones y trabaja en www.javierbeltranabogados.com

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