Siempre nos han dicho que las cosas, y en general la vida, pueden cambiar en cuestión de segundos, pero nunca sabes qué significa hasta que te pasa de verdad. ¿Quién nos iba a decir que aquel 15 de marzo todo cambiaría? Pandemia en la Universidad.
Por Alba Beltrán Sánchez.
Pandemia en la Universidad
Por segunda vez en la historia reciente española se ha declarado el estado de alarma. Esta vez como medida excepcional para la contención de la pandemia causada por la enfermedad Covid-19. Con tal declaración se limitaron de forma inmediata los desplazamientos, se dio cierre a multitud de negocios y se suspendieron tanto los eventos públicos como la actividad docente presencial. La vida, tal y como la conocíamos, se ha ido transformando en esta realidad tan difusa que actualmente vivimos.
Soy estudiante de primero de Derecho en la Universidad de Alicante, y en las siguientes líneas expondré, a grandes rasgos, la situación que estamos viviendo la gran mayoría de los estudiantes a causa de esta pandemia.
Pandemia en la Universidad
Con la suspensión de la actividad docente presencial surgieron diversas y numerosas dudas colectivas, tales como: ¿Qué va a pasar ahora? ¿Vamos a perder el resto del curso? ¿Tocará repetir ciertas asignaturas y/o el curso? ¿Qué pasa con la selectividad? Y con éstas, muchas más.
Rápidamente, las universidades y demás centros educativos se pronunciaron con la solución de impartir las clases a través de internet durante el transcurso de la cuarentena. Muchos profesores colgaron en la red los materiales necesarios, garantizaron la mayor rapidez posible para la respuesta de las tutorías y (en mi caso concreto no, pero sí en muchos otros) se comprometieron a impartir clases “en línea”.
Por desgracia, también ha habido profesores que estuvieron varias semanas sin manifestarse de manera clara, justificando la falta de información acerca de sus asignaturas aludiendo que “el departamento no había decidido una solución concreta”, dejando así a los estudiantes ahogados en un mar de dudas sin respuestas válidas.
Pandemia en la Universidad
Si bien es cierto que esta pandemia ha pillado a todos por sorpresa, sin un plan y sin saber qué hacer, y pese a las soluciones dadas, seguían reinando dos preguntas principales: ¿Se podrá regresar a las aulas? y ¿cómo nos van a evaluar?
Hace tres semanas, el Consejo de Estudiantes declaró la suspensión definitiva de la docencia presencial hasta el final de este curso. Esta medida conlleva que no se podrá volver a las aulas, y por consiguiente tampoco se podrán realizar exámenes presenciales, suprimiendo así la posibilidad de realizar los exámenes finales programados en junio, y en general, seguir el sistema de evaluación establecido a principio de curso.
Pandemia en la Universidad
Tras la reciente medida algunos departamentos expusieron, poco tiempo después, la nueva manera de evaluar a los alumnos mediante la realización de trabajos o exámenes “en línea” que sustituyen los exámenes ya fijados durante el curso. Pero, de la misma manera que al principio de la cuarentena, otros departamentos siguen sin manifestarse ni ofrecer una solución clara a día de hoy.
Considero esta conducta muy poco acertada por parte de esos departamentos y sus profesores, quienes deberían de mirar por el bien de los alumnos y ofrecer soluciones rápidas y eficaces con el fin de evitar tanta confusión, especialmente ofrecer cuanto antes la nueva manera de evaluar a los alumnos.
Toda esta incertidumbre causada por la falta de información provocó que surgiese hace unas semanas la idea de un aprobado general para todos los estudiantes, idea que se reforzó cuando se aprobó en Italia.
Pandemia en la Universidad
En mi opinión es la peor opción que se podría tomar, debido a que discrimina a los estudiantes. Perjudica tanto a los que, como yo, nos hemos esforzado y hemos empleado muchas horas en poder conseguir buenas calificaciones, como a los estudiantes más holgazanes, a quienes se les recompensaría de manera injusta por un trabajo no realizado. Esto provocaría un gran desnivel y una falta de información brutal, especialmente en alumnos que cursan bachillerato o que estudien en la universidad, además de que se acostumbraría a muchos estudiantes a conseguir beneficios sin emplear un esfuerzo previo.
Y no sé ustedes, pero yo esa consecuencia la veo nefasta, debido a que se crearían futuros graduados poco capacitados y con nula tolerancia a la frustración (capacidad muy necesaria).
Esta enorme desinformación que engloba al panorama nacional se podría atribuir a la clara falta de organización y previsión por parte de las universidades y del Gobierno en general (el ministerio de universidades ha ofrecido cero soluciones), cuyas consecuencias estamos sufriendo gravemente muchos sectores a día de hoy.
Solo queda pensar que se presentarán soluciones eficientes cuanto antes y que todo saldrá bien, pero una cosa nos va a quedar muy clara después de todo esto: bendita normalidad.
“Pandemia en la Universidad” lo ha escrito Alba Beltrán Sánchez.
Deje su comentario