Al comprobar la alarmante subida, absolutamente sorprendente, del importe de la factura trimestral de consumo de agua sin que, paralelamente, haya habido más consumo, he decidido investigar el motivo. Siempre me ha parecido que el agua debería ser más cara, sin duda, pues se despilfarra, y que por su ausencia, como decía un amigo mío hace años años, se libraría una nueva guerra: la guerra del agua
