Defendemos la lealtad procesal como línea roja: quien convierte el pleito en espectáculo por amateur o por imprudente no juega al Derecho y no debería ejercer. Así de claro.

Defendemos la lealtad procesal como línea roja: quien convierte el pleito en espectáculo por amateur o por imprudente no juega al Derecho y no debería ejercer. Así de claro.