Puede Ud seguir los dictados de su corazón. También los de su psicólogo. Pero los más valiosos son los de su abogado. Se lo digo yo. Porque la vida sorprende. A veces con una lluvia ligera. Otras, con una tormenta sin previo aviso.
Puede Ud seguir los dictados de su corazón. También los de su psicólogo. Pero los más valiosos son los de su abogado. Se lo digo yo. Porque la vida sorprende. A veces con una lluvia ligera. Otras, con una tormenta sin previo aviso.