La influencia de las redes sociales en la sociedad actual es un fenómeno de dimensiones inmensas, afectando a casi todos los aspectos de la vida cotidiana. Los Influencers sin idea y gurús del vacío causan estragos entre los grupos más vulnerables: los adolescentes. Cuentan con escasa madurez crítica y falta de una cultura digital. Son especialmente susceptibles a los problemas derivados de la desinformación. En este sentido, las redes sociales no solo han transformado la manera en que nos comunicamos, sino que también han facilitado la rápida difusión de noticias falsas, bulos y desinformación. Esta realidad genera una serie de retos, tanto a nivel social como legal, que deben ser abordados con urgencia.
Influencers sin idea y gurús del vacío
Por Javier Beltrán-Domenech
La influencia de las redes sociales
Los adolescentes actuales han crecido en un entorno digital, lo que ha llevado a que sean etiquetados como “nativos digitales”. Sin embargo, este término no necesariamente implica que posean una cultura digital adecuada o la capacidad de distinguir entre una noticia veraz y una falsa. Al contrario, la inmensa mayoría de jóvenes entre 14 y 16 años reconoce que no ha recibido una formación suficiente para desarrollar un pensamiento crítico frente a la información que consumen en internet. Este hecho, como evidencian diversos estudios, pone de manifiesto que el uso generalizado de dispositivos móviles y redes sociales no está acompañado por el desarrollo de habilidades críticas que permitan una navegación segura y responsable en el entorno digital.
Uno de los mayores peligros a los que se enfrentan los adolescentes en este entorno es la desinformación. La facilidad con la que se pueden compartir noticias y la rapidez con la que se viralizan contenidos inexactos o falsos en plataformas como Instagram, Twitter, TikTok o Facebook, ha generado un clima de confusión informativa. Muchos jóvenes no disponen de las herramientas necesarias para contrastar fuentes o verificar la fiabilidad de una noticia, lo que les convierte en blanco fácil de la manipulación. Además, la falta de supervisión por parte de adultos, sumada a la percepción generalizada de que los jóvenes «ya saben cómo manejarse en internet», contribuye a que esta situación persista y se agrave.
Problemas derivados de la desinformación en línea
Los problemas que derivan de esta falta de cultura crítica en el consumo de información en redes sociales son múltiples y variados. En primer lugar, la desinformación puede influir en la toma de decisiones de los adolescentes, generando creencias erróneas y fomentando actitudes peligrosas. Un claro ejemplo de esto son las teorías conspirativas que, en muchas ocasiones, han encontrado un terreno fértil en las redes sociales. La difusión de bulos relacionados con la salud, como las campañas anti-vacunas o los mitos sobre el COVID-19, es solo una muestra de cómo la desinformación puede tener consecuencias reales y potencialmente catastróficas.
Otro problema derivado de la falta de cultura crítica en redes sociales es la polarización social. La desinformación tiende a generar cámaras de eco donde las personas consumen únicamente información que refuerza sus creencias preexistentes. Esto es especialmente peligroso para los adolescentes, quienes, en proceso de formación de su identidad y de sus creencias, pueden verse atrapados en estas burbujas informativas. La falta de exposición a opiniones diferentes y a fuentes de información diversas no solo limita su capacidad crítica, sino que también fomenta la intolerancia y el extremismo.
Falta de cultura digital crítica y soluciones legales
A pesar de que las redes sociales juegan un papel central en la vida de los adolescentes, tanto en términos de socialización como de acceso a la información, el sistema educativo español aún no ha logrado integrar de manera efectiva la formación en cultura digital crítica en sus planes de estudio. Los colegios privados y concertados parecen estar haciendo esfuerzos algo mayores en este ámbito, pero la educación pública sigue presentando deficiencias notables. Es fundamental que el desarrollo de la capacidad crítica frente a la información que circula en redes sociales se convierta en una prioridad educativa, tanto a nivel de políticas públicas como dentro de los centros escolares.
Desde una perspectiva legal, uno de los principales retos es garantizar la protección de los menores en el entorno digital. Existen ya normativas tanto a nivel nacional como europeo. Buscan regular el uso de los datos personales en internet y proteger a los menores de los peligros de la manipulación online. El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la Unión Europea, por ejemplo. Establece mecanismos de protección para los menores de edad, como el requisito de consentimiento parental para el tratamiento de sus datos.
Influencers sin idea y gurús del vacío
No obstante, la regulación en este ámbito sigue siendo insuficiente. Aunque existe un marco legal que regula el uso de las redes sociales y la protección de los datos personales, sigue siendo necesario implementar políticas que incentiven la creación de programas educativos centrados en la alfabetización digital. Además, se requieren acciones más contundentes por parte de los proveedores de plataformas digitales. Deben limitar la difusión de desinformación y noticias falsas entre los usuarios más jóvenes. Esto podría incluir la mejora de algoritmos que identifiquen y eliminen bulos, así como la creación de mecanismos que promuevan el acceso a fuentes de información verificada.
Influencers sin idea y gurús del vacío
La falta de cultura crítica en el uso de las redes sociales por parte de los adolescentes es un problema grave. Tanto desde el ámbito educativo como desde el legal. En un contexto donde la desinformación y los bulos se propagan con facilidad, la sociedad tiene la responsabilidad de dotar a los jóvenes de las herramientas necesarias. Deben poder navegar en internet de manera segura y responsable. Es fundamental que se promueva un pensamiento crítico desde la infancia. No sólo para proteger a los menores de la manipulación, sino también para garantizar que se conviertan en ciudadanos informados y responsables en el futuro.
En nuestro despacho contamos con la experiencia necesaria para asesorar tanto a particulares como a instituciones en materia de protección de menores en el entorno digital y otros temas relacionados. Si necesita asesoramiento en este campo, le animamos a que nos contacte y solicite una cita previa. Ya sea de forma presencial, telefónica o por videoconferencia. Nuestro teléfono de contacto es 966171294 o, si lo prefiere, puede enviarnos un mensaje al WhatsApp 628425987.
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Javier Beltrán-Domenech. Abogado especializado en Derecho Procesal y Derecho Civil.
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