Adiós 2024

Adiós 2024

Pues un año, otro más, que se acaba. Cada vez más rápido. Adiós 2024 y Hola 2025. ¿Qué nos vas a traer este año?

Adiós 2024

Javier Beltrán-Domenech
Javier Beltrán-Domenech

Por Javier Beltrán-Domenech

Cerrar 2024 nos deja un sabor agridulce. Amargo, por la evidente descomposición de un sistema judicial que apenas se sostiene. Dulce, porque quienes ejercemos la abogacía hemos demostrado, una vez más, que nuestra profesión es la columna vertebral de un sistema que parece diseñado para fallar. Tras casi 30 años de ejercicio, en 2025 seguimos con la misma misión: pelear con todas nuestras armas legales para proteger los derechos de nuestros clientes en una justicia que, si no fuera por la abogacía, estaría desplomada.

Un sistema que no funciona pero que se mantiene gracias a los abogados

España ha vivido este año uno de los mayores bochornos judiciales de su historia reciente. Los juzgados civiles, mercantiles, administrativos, penales, laborales y familiares funcionan, en el mejor de los casos, como un barco agujereado: parches por todas partes, remiendos que no llegan y una tripulación (jueces y funcionarios) desbordada. Pero lo más preocupante no es la saturación, sino la resignación. Un sistema judicial que parece aceptar como normal los retrasos, la burocracia absurda y la total desconexión con las necesidades de las personas.

Sin embargo, lo que nadie dice —o no dice lo suficiente— es que la abogacía es quien realmente mantiene viva esta justicia moribunda. Somos nosotros, los abogados, quienes lidiamos con el agotamiento de los clientes, con sus vidas paralizadas durante años, con procedimientos donde lo urgente deja de serlo por el simple paso del tiempo. Y lo hacemos sin abandonar la pelea, porque detrás de cada expediente hay una vida, una familia, una empresa que no puede esperar.

La realidad de 30 años en la trinchera judicial

En 2025 cumpliré tres décadas de ejercicio. Tres décadas en las que he visto reformas legales anunciadas como revoluciones que no llegan a nada, digitalizaciones que han complicado lo sencillo, edificios nuevos desaprovechados y vacíos y un Poder Judicial que parece más una carga que un motor. Pero también he visto algo más: la capacidad de la abogacía para adaptarse y sobrevivir. La capacidad de resistir. Y sobre todo, la capacidad de pelear.

Esta resistencia no nace del capricho. La experiencia me ha enseñado que cada caso ganado, cada batalla legal superada, tiene un impacto directo en la vida de nuestros clientes. En un sistema donde lo excepcional sería que algo funcionara como debería, el abogado no solo representa, sino que lidera, acompaña y lucha. Porque cuando todo parece perdido, somos nosotros quienes sacamos el expediente del fango y lo llevamos hasta la línea de meta.

2025: el año para luchar con más fuerza

¿El futuro? Más caos judicial, más demoras y más frustración. Pero también más razones para que la abogacía siga siendo la única esperanza real de quienes necesitan justicia. En nuestro despacho no prometemos milagros. Prometemos algo mejor: lucha constante, conocimiento profundo del sistema y una defensa incansable de los intereses de nuestros clientes.

En 2025, con tres décadas de experiencia a nuestras espaldas, redoblamos el compromiso de enfrentar a este sistema desde dentro. Si hay que bucear entre plazos incumplidos, sentencias mal fundamentadas o trámites interminables, lo haremos. Porque no nos resignamos. Porque sabemos que, aunque el sistema esté roto, aún podemos ganar.

La abogacía como baluarte

España necesita reformas urgentes en la justicia, pero mientras llegan —si es que llegan—, el país necesita algo aún más importante: abogados comprometidos. Abogados que no solo conozcan la ley, sino que sepan cómo usarla en un entorno hostil. Que entiendan que cada cliente es una causa en sí misma. Que estén dispuestos a ser la última línea de defensa.

En un sistema judicial que parece diseñado para desesperar, nosotros ofrecemos algo diferente: claridad, determinación y resultados. No prometemos que sea fácil. Pero sí que cada esfuerzo valdrá la pena. Porque si algo hemos aprendido en estos 30 años, es que no se trata solo de ganar un juicio. Se trata de devolver la tranquilidad a quienes confían en nosotros.

¿Qué nos espera?

Más de lo mismo. Un sistema judicial que seguirá avanzando a trompicones, apoyándose en la abogacía como único soporte real. Y nosotros estaremos ahí. Porque sabemos que cada cliente merece algo más que un número de expediente. Merece a alguien que pelee por él, que lo escuche, que no lo abandone en medio de este caos. Si la justicia está rota, es nuestra responsabilidad repararla, al menos en cada caso que asumimos.

Adiós 2024

Cerramos 2024 con la certeza de que el próximo año será igual o peor, pero también con la convicción de que seguiremos haciendo lo que mejor sabemos: luchar. Porque la abogacía no es solo una profesión. Es la última esperanza de quienes no tienen más remedio que enfrentarse a un sistema judicial que falla.

Si necesita un aliado en esta batalla, no lo dude. En nuestro despacho ponemos toda nuestra experiencia y compromiso al servicio de quienes necesitan justicia. Agende su cita presencial, telefónica o por videoconferencia llamando al 966171294 o enviando un mensaje al WhatsApp 628425987.

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Javier Beltrán-Domenech
¡Gracias por seguirnos! En 2025 cumplimos 30 años. Tras miles de asuntos judiciales a nuestras espaldas lo sabemos: es imprescindible tener a su lado a un buen abogado que le guíe por el complejo mundo judicial. Si nos necesita o conoce a alguien que nos necesite no dude en llamarnos al T 966171294 ó W 628425987. Estaremos encantados de atenderles de forma presencial, por teléfono o videoconferencia.

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