Costas en la extinción del condominio

Costas en la extinción del condominio

Estimados y distinguidos lectores, tomen asiento y pónganse cómodos para devorar este texto. No perderán su tiempo pues el tema en el que hoy se centrará mi escritura, las costas en la extinción del condominio, lejos de aburrir les alejará de la orilla de la indiferencia y me aventuro a asegurarles que les navegará de lleno en el mar del interés pues muchos de Uds. se sentirán identificado y habrán sido protagonistas de una historia similar.

Costas en la extinción del condominio

Jorge Muñoz Abad

Por Jorge Muñoz Abad.

Con carácter previo, comenzaré hablando de la figura jurídica del condominio. Aunque les suene extraño este nombre, no es otra cosa que la situación en la que se encuentran dos o más personas (físicas o jurídicas) propietarios de manera conjunta de un determinado bien, atribuyéndoseles a cada uno una parte indivisa del mismo (cuotas). Todo ello se encuentra regulado en el artículo 392 y siguientes de nuestro Código Civil.

Con la definición de esta figura les habré podido dar una pista para averiguar el tema que nos ocupa, pero no hemos sino empezado. Podemos afirmar que la razón de ser de la extinción del condominio es solucionar aquellas situaciones donde existe un único bien, físicamente indivisible y con varios propietarios, dividiéndose jurídicamente el objeto y asignando a cada copropietario una cuota que represente el porcentaje de la titularidad que le corresponde.

De la lectura de lo anterior se les vendrá la imagen de la típica comunidad de vecinos, una comunidad de bienes o de una sociedad, pero déjenme adelantarles que existen supuestos aún más cotidianos si cabe y es aquí donde ustedes o la gran mayoría se verán identificados; hablamos de las situaciones de separación, divorcio o en la adquisición de un bien por herencia con otros herederos, extraños o no.

Costas en la extinción del condominio

No podemos negarlo ni desmentirlo, somos seres sociales y como tales cumplimos un ciclo biológico: “nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos”. Esto es una máxima universal irrefutable, al menos en lo que respecta al nacimiento, crecimiento y la muerte. Dejemos para otra ocasión lo de reproducirnos pese a que la tasa de natalidad está por debajo de la popularidad del Sr. Presidente del Gobierno.

Pues bien, como seres que viven en sociedad tendemos a la búsqueda de trabajo, pareja, vivienda, descendencia y un largo etcétera. Es por ello por lo que somos, o seremos, protagonistas de esas situaciones tan cotidianas: nos casamos o nos constituimos pareja de hecho y suscribimos contratos de compraventa de un inmueble donde compartimos titularidad con nuestras parejas con el objeto de hacer de ella nuestra humilde y bonita morada; también nadie escapará de la triste y afligida situación de perder a un ser querido.

Costas en la extinción del condominio

Pero no todo es un camino idílico. Las rosas se marchitan y las relaciones se acaban. Lo que antes era un tórrido amor ahora se convierte en visceral odio. Y lo mismo ocurre con los fallecimientos (ley final de vida). Lo que era de todos y era bonito cuando no hay acuerdo debe dividirse, extinguirse, venderse o… salir a pública subasta.

Costas en la extinción del condominio
Costas en la extinción del condominio

Tendremos que repartir las cuotas de los bienes que antes fueron comunes. Aquí donde entra en juego, y nos centramos ya, la extinción del condominio, ese proceso maravilloso en el que todos se unen para dividir lo que un día fue de todos (herencias) en una de las experiencias más emocionantes. No solo se trata de dividir los bienes y salir adelante, sino agregar un poco de drama, estrés y gastos adicionales a nuestras vidas. Aunque lo recomendable es pactar de forma amistosa con tus hermanos y expareja la división de la cosa común, no es el paso que en muchas situaciones se sigue por los justiciables, motivando que el proceso acabe en los Tribunales. ¿Quién necesita tranquilidad emocional y seguridad económica cuando se puede tener una experiencia emocionante y turbulenta en los Tribunales? Nada como una batalla legal para avivar las llamas de la hostilidad. ¿Creen que exageramos? Siga, siga leyendo.

Costas en la extinción del condominio

No es ajeno el hecho de ver a hermanos o parientes luchando (jurídicamente hablando) para obtener un acuerdo en el seno de un procedimiento durante meses o años y viendo rotas sus relaciones, dejando ver que al fin y al cabo el dinero es más importante que la propia familia. Tampoco es extraño ver esa sensación que genera en las personas el disfrute de ver a su expareja sufrir durante el procedimiento de extinción del condominio, ya sea por lo emocional que reviste el bien inmueble o por la cantidad de dinero que supone.

A lo anterior no hay que obviar la posibilidad de que, si somos demandados, el Juzgador nos imponga las costas en este procedimiento porque lo dice la LEC. Aunque nos produzca emoción la incertidumbre de no saber quién tendrá que pagar más dinero al otro, lo de las costas no es baladí. Ni mucho menos. Tanto es así que aquel que se niega sin sentido a vender, obstaculiza la venta o exige condiciones desproporcionadas, es muy probable que sea condenado en costas… y… ¿saben que la cuantía de la demanda es el valor de la cosa, objeto, vivienda o proindiviso? Sí, una pasta y la Ley de Enjuiciamiento Civil no ha previsto emociones y sentimientos. El que la interpone, la demanda, primero, aspira a cobrar costas sí o sí.

Si prefieren que la división de la cosa común se dilucide en los Tribunales y no de manera extrajudicial con su copropietario ¡adelante, la emoción está servida!, nunca sabrán cuánto dinero tendrán que desembolsar o cuánto tiempo tendrán que dedicarle al procedimiento. ¡Una ruleta rusa en toda regla! El coste, tanto emocional como económico, es muy elevado.

A modo de conclusión y sin olvidar, por favor, el tono irónico de este artículo, si están interesados en un medio costoso, estresante y apasionante para la división de la copropiedad con su expareja o familiares ¡la extinción del condominio es su procedimiento! El dinero lo es todo, ¿no?

Si, por el contrario, es Ud. inteligente, llámenos al T 966171294, o por Whatsapp al 628425987 y en www.javierbeltranabogados.com, que sabemos lo que hacemos desde hace 28 años, seguro que podremos ayudarle.

Costas en la extinción del condominio lo ha escrito Jorge Muñoz Abad, que ha repetido algo tan difícil como la gozosa esclavitud jurídica mientras coge trenes con más o menos éxito, comparte piso, estudia y, dejando de lado la ensaladilla rusa y el queso (no es profeta en su tierra) marca estilo propio ya apuntando maneras como pueden ver en la foto.

Javier Beltrán-Domenech
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