Vivimos tiempos convulsos donde las minorías, ciertamente conociendo que esa debilidad les hace fuertes ante la corriente de no hacer nada y cuidar al insostenible y al no adaptado, campan por sus respetos sin límite alguno. Si se les aplica la ley dicen que se les está discriminando. Pero que se lo digan a los propietarios que tiene que pagarles agua, luz, gas, IBi e hipoteca por su cara bonita.
