Me temo que si repasáramos todos los contratos que hemos firmado en los últimos diez años, o a los que hemos dicho sí tocando la pantallita del móvil aceptando condiciones, nos tiraríamos al suelo y empezaríamos a patalear de rabia. ¿qué has firmado, alma de cántaro?
¿qué has firmado, alma de cántaro?
¿Y por qué lo hacemos? Pues porque la sociedad de consumo nos machaca y nos arrastra. En realidad, somos seres muy fáciles aunque pensemos que somos complejos y complicados. Si no lo tenemos, lo pedimos, pero no nos aguantamos mucho tiempo.
Desde que el mundo es mundo, ofrecer algo gratis, sin coste inicial, es la trampa más fácil y divertida, y D. Dinero lo sabe. Si encima el producto te gusta, o lo necesitas para sobrevivir, el efecto se multiplica exponencialmente. Pero al Demonio, que a veces incluso abre la puerta del Infierno personalmente, no se le escapa una…
Sí, es cierto que Ud pensaba que podría devolver el dinero en el futuro lo que le han dado así, simplemente firmando, con esa tarjeta tan limpita y reluciente con la que, por arte de magia, le han dado 1000 ó 3000 euros “de golpe”. O ese dinero que le han dado “por internet”…o esa hipoteca que Ud pidió ganando muchísimo menos que lo que el Banco requería pero…”Ud es cliente de toda la vida y se lo damos sin problema”.
Pero… ¿qué has firmado, alma de cántaro?
Igualmente, seguro que Ud pensó en “forrarse” con aquel producto bancario que contrató sin leer y de cuyo director de oficina se acuerda cada día…
Pero el Diablo ahora toca la puerta y quiere lo que es suyo, y con intereses… sin sonrisas en la cara ni regalos (ipad o cacerolas…) ¿verdad?
¿Hay solución para estos temas…? Puede que sí. Vamos a ver lo que ha firmado Ud.
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